Aparecí nuevamente en ese viejo lugar, hogar de tantos recuerdos, tantas experiencias, donde crecí y sufrí, disfrute y reí, pero, donde nunca te vi.
En ese mundo, extrañamente tú estabas ahí, emergiste junto a tantos recuerdos, pero sólo en ti pude reparar, el pasado era borroso, nada podía recordar, sólo estabas tú, en el único lugar donde no debías estar.
En este lado, apareciste tanto tiempo después, que mi vida era otra, lejana, difícil, sin tiempo para respirar, sin tiempo para nada, sin tiempo para ti, un nada que apareció de repente.
En mi realidad apareciste en el momento indicado, nos miramos, como si nos conociéramos de toda la vida, pero aún así, la sorpresa inundaba nuestros rostros, nos acercamos sin decir palabra alguna, te besé en la frente, y fue entonces cuando supe que la vida es la pesadilla de la cual quiero despertar.
Por un instante, todo fue perfecto, no existía la agonía, sólo palabras en versos cargados de buenos presentimientos, pero luego, caí nuevamente en la pesadilla, aquella en la que me encuentro ahora, escribiendo estas palabras para descifrar cómo volver a esa vieja realidad, cómo despertar nuevamente y nunca volver a dormir, cómo asegurarme que esa sonrisa nunca más vuelva a escapar.
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