23 de marzo de 2013
Simulacro
El sol está más radiante que en cualquiera de mis recuerdos, además de eso nada importa, sólo los pasos cada vez más acelerados para llegar por quinto día consecutivo al mismo lugar. Soy yo o cada día se ve más hermosa, sentada en el borde de la fuente, con su cabello castaño moviéndose con cada capricho del viento y sus ojos clavados en los peces dorados, descubriendo cada día lo que tardan minutos en olvidar.
Me dijo una vez que su vida no debe ser tan mala, pues el estar atrapado es sólo una cuestión de conciencia o noción, si lo olvidan todo tras unos minutos, en realidad todo es nuevo para ellos, y cada día descrubren algo nuevo en ese diminuto mundo en el que están condenados a marchar.
Me pregunto si le gustaría conocerme de nuevo cada día. O si cada día me quiere olvidar.
Evitarlo pareció ser fácil al principio, pero como tantas veces antes el destino me mostró estar equivocado, la verdad, te tenía miedo, no pensé que podría entregarme y sentir como antes. Eres la verdad, y fiel a tu nombre lo destrozas todo. Aunque esta vez fue para mejor.
Pero no, despertador al rescate.
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