9 de marzo de 2013
Adivinanzas
Ante la más grande sonrisa y en el momento en que la victoria está asegurada el espejo se destroza frente a mis ojos, sólo para revelar la eterna derrota y la misma sombra tras mi espalda, en cada rincón, y tras cada paso que pueda dar.
El hombre tras la cortina es sólo una nueva ilusión matutina, una metáfora para el desespero de necesitar lo que menos quiero de nuevo en mi vida, una nueva adivinanza para tropezar cada día. Si fuera por construir empezaría con esta melodía, pero sólo quiero olvidar para salir de tus garras y de esta melancolía.
Aún escucho tu voz dentro de mi cabeza, ésta es la peor hora de cada día, cuando realizo que la seguridad de no necesitarte más dentro de mi vida es sólo una ilusión que dura tanto como el espejo y mi falsa sonrisa lo permitan.
Hora de soñar y con ello volver a olvidar y engañar a mi reflejo, ha pasado tanto tiempo que ya no sé si el reflejo es fiel o sólo una nueva ilusión de lo que pretendo ser, o un eterno recordatorio de aquello a lo que nunca volveré.
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