14 de noviembre de 2015

Go with it

Es el final.

Esta vez es real y no hay nada que puedas hacer al respecto. Es más que un mero vistazo a la verdad apenas visible en el espejo. Es el primer paso hacia adelante sin el miedo de estar dejando algo mejor atrás. Es la primera grieta en la máscara de tus miedos, por la cual se filtra la necesidad de controlarlo todo que te ha mantenido ciega, siempre bajo la misma luz y pensando el mismo sueño, siempre en círculos y tropezando con la misma piedra. Pero hoy no, hoy es el tan temido "hasta nunca jamás".

Es el no saber en qué idioma escribir ni cómo terminar lo que empezaste, mientras las palabras caen como un aplauso atronador sobre tus hombros, silenciando todo lo demás. El mundo a tu alrededor se vuelve apenas perceptible bajo la lluvia que nubla tu mirada, ocultando el pasado, ese que corre lentamente por tus mejillas mientras huyes sin importar hacia donde, todo lo que importa es no detenerse, y por ningún motivo mirar atrás.


El mundo se sale de foco, mientras el dorso de la mano, desesperado, no hacía más que difuminarlo todo un poco más, dejando un rastro de recuerdos fracturados. Era verse nuevamente frente al espejo destrozado que hacía brotar el llanto carmesí que tanto tiempo habían guardado tus manos cansadas. 

Ya nada tenía sentido, no sabía si reír o llorar, y por primera vez no le importaba.

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