La tierra se sacude, los vidrios se
resquebrajan, los recuerdos corren y los gritos se apagan. La oscuridad es
total, todo se ha llenado de humo y el silencio parece ser absoluto. Los pies
desaparecen ante tu mirada y el camino se ha perdido. Ya no existe una
respuesta correcta y el todo se ha convertido en nada.
Desafiemos las mareas en este tiempo de crisis,
hagamos que el flujo de tinta retroceda y las cicatrices queden expuestas, pues
hemos aprendido mucho de ellas. Construyamos un mundo del cual no tengamos que
escapar, transforma el caos en una oportunidad y desempolva el siguiente peldaño de la escalera.
Ten la valentía de mirar a los ojos sin desviar la mirada. Deja que el cabello caiga
sobre tus hombros desnudos y recupera aquella sonrisa que se ha transformado en
una extraña. Grita y llora ante la desesperanza
y no dejes que el bufón gane de nuevo, pues ya has mirado
bajo su manga. Corre hacia sus ojos y deja de escapar cada vez que la marea
baja. Confía en la luna, da el siguiente paso y
no olvides los fantasmas sobre tu espalda, vuélvete una con ellos y camina desafiante, ignorando su mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario