Chica linda, tantas palabras dedicadas a esos ojos que pretenden ser verdes que estos nunca verán, tantos versos anónimos se agolpan en estas páginas que no entiendo cómo esto sigue y sigue, los años pasan y esas malditas y amadas canciones me regresan a los viejos buenos tiempos con fuerza abrumadora, me pregunto tantas cosas para las cuales no conozco respuesta y creo que nunca lo podré saber, a veces pienso que te prefiero así y por eso me torturo con estos recuerdos inducidos y esas guitarras placenteras, no quiero aceptar que esas miradas pretendiendo un olvido hoy son reales y no quiero entender que el pasado se debe quedar donde está guardado.
Perdóname hermosa pero son sólo lapsus, ayer quemé tus recuerdos y hoy le lloro a sus cenizas, ser pirómano es sólo mi excusa y no quiero el fin, quiero más secretos y callejones sin salida, más cigarros y tardes de locura, otro café y más noches de lujuria, más risas y miradas perdidas.
Y eso pasó de la noche a la mañana, hoy sólo me quedan tus canciones, las tazas sobre el mantel y la ira contenida, los chistes en pasado y las costumbres adoptadas, un intento de enigma urbano esperando ser descifrado por ojos desinteresados que día a día lo dejan más atrás.
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