29 de noviembre de 2010

747

No estoy seguro de qué hora es, "no tan tarde", alrededor de la 1 a.m., tengo sueño, se me cierran los ojos, saco el envoltorio plástico de "Aeropuertos", sentado en mi cama, con el notebook al frente, después de haber llegado al departamento de la casa de Andrés, donde vimos Velódromo, que venía con el libro, "me encanta el olor a libro nuevo", suena "Subterráneo" una y otra vez, pienso en hojear el nuevo libro de Fuguet antes de dormir, sin darme cuenta voy en la página 78 y son las 2 y media de la mañana.

Había olvidado lo adictiva que puede ser una novela.

Escribo esto porque tenía ganas de decírselo a alguien ("alguien"), pero ya se está volviendo una maldita costumbre el que te vayas antes de tiempo y sin siquiera avisar.

Quién mejor que yo mismo, ese ser que siempre te entiende y al que siempre es más difícil derrotar.

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