Necesito dormir, no puedes escapar así, he tratado pero siempre hay uno perdido y aunque todos digan me rebajo al amor y tienes que dejarlo ir es algo que nunca podré hacer, hora de dormir al viejo caballo, he caído demasiado bajo y el mundo sigue girando mientras todos repiten y recuerdan cuanto he caído mientras yo sigo intentando no dejar todo y no olvidar.
Por más que sienta esto como una tortura son sólo las cosas por su nombre y el camino parece cada vez más incierto y el silencio me invade y deja cada vez atrás tu mirada y no importa cuántas veces gane siento que siempre pierdo pues en ningún caso tu mirada regresa aún cuando corro contra toda la fuerza del viento y por cada parte de mi que quiere estar contigo otra parte retrocede y avanzo un paso y retrocedo dos y termino aún más lejos del lugar en el que comencé.
Escuchar esto nuevamente después de tanto tiempo hace que sea tan fuerte como la primera vez y me hace soñar y recordar tanto o más que nunca antes, en ese entonces todo comenzaba cuando ahora todo ha terminado y con esto me siento como si nada hubiese pasado, es un nuevo comienzo con algo más y un poco más adelante que el anterior.
A veces incluso vuelo y el mundo gira más lento que de costumbre bajo mis pies mientras todo lo olvido, al volver soy capaz de dar vuelta la página y los fantasmas que acechaban mi sueño regresan para demostrarme que no son tan importantes como pensaba y ya puedo prescindir tanto de ellos como del pasado para tener una vida feliz viviendo completamente en el presente, sin siquiera pensar en el futuro.
Ahora cuando miro las estrellas y los reyes del pasado que yacen en ellas parecen un poco más brillantes y el mundo que me rodea cada vez más pequeño, y es que aunque nunca podré olvidarte he aprendido a vivir sin ti y a no depender de nadie, aunque algunos días me dejo caer al suelo para mirar el cielo y recordar lo feliz que fui cuando el mundo no era mío sino nuestro.
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