5 de diciembre de 2010

Landing dreams

Abro mi puerta, ahí estás y tu presencia estremece mi vida nuevamente, me dices "lo siento, nunca más" y yo te sigo mirando y parte de mi aún no lo cree, iluso, como siempre y sin dudar te invito a pasar y este maldito corazón que aún te pertenece me engaña hoy y otra vez, como mil veces más.

Compartimos ese viejo cigarro que tanto tiempo atrás me dejaste mientras suenan las viejas canciones dedicadas, las palabras evolucionan rápidamente y el tiempo parece detenerse, pero antes de que lleguen a ser algo más son las ocho y treinta de la mañana y el primer beso como hoy y como siempre nunca tuvo lugar.

El maldito despertador nuevamente me castiga, su sonido todo lo esclarece y abro los ojos para encontrarme sumido en las sombras de los fantasmas del pasado y la carne de los ángeles caídos, la luz del sol es sólo una ilusión tanto para mi como para los que me rodean y su calor un doloroso recuerdo que te llevaste contigo.

Despierto y tacho un nuevo día en el calendario, recuerdo hace cuanto tiempo dejaste de estar y cuantos días he dejado pasar, miro tu foto en la pared y estallo en llanto, todo fue un maldito sueño y el café sabe más amargo de lo usual, no tengo ganas de vestirme o caminar, si el tiempo lo cura todo, le pregunto a ese maldito dónde está.

Abro los ojos sólo para contar las horas que faltan para volver a soñar, mi vida se ha transformado en sueños inconexos pero cada uno de ellos infinitamente superior a esta vida que apenas tiene algo de luz pues cómo voy a vivir sin ti si fuiste tu quien me enseño a vivir.

Quiero volver a soñar porque aunque siempre diferente y en otro lugar sólo ahí te encuentras, maldita vida que todo te lo quita y nada te da, nunca esperé nada de ella pero jamás pensé que podría ser tan cruel e irreal.

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